Me di cuenta de que experimento situaciones mágico mísicas en los bosques, definitivamente son mi ecosistema preferido.
Y las nubes también, y los colibríes, desafiando el tiempo con la agilidad de sus alas.
Este pueblo queda en el Parque Nacional Los Quetzales, muy cerquita de San José.
Indescriptibles y múltiples sensaciones te van atravesando a lo largo de los kilómetros que lleva el recorrido del camino que bordea el río Savegre, que viene viajando desde las cordilleras de Talamanca hacia el Pacífico, atravesando formas de cascadita y cascadota.
Nada, y todo esto transcurría cuando las imágenes todavía podían hablar y transmitir, desde una adorable cámara de fotos que ya no existe en mis manos...
"Al bosque mío entro con raíces,
con mi fecundidad: De dónde
vienes?, me pregunta
una hoja verde y ancha como un mapa.
Yo no respondo. Allí
es húmedo el terreno
y mis botas se clavan, buscan algo,
golpean para que abran,
pero la tierra calla..."
con mi fecundidad: De dónde
vienes?, me pregunta
una hoja verde y ancha como un mapa.
Yo no respondo. Allí
es húmedo el terreno
y mis botas se clavan, buscan algo,
golpean para que abran,
pero la tierra calla..."