domingo, 5 de mayo de 2019

El primer vértice de la ascención

Caminaba en círculo para mover el pueblo, y nada, puro viento y alguna camioneta incomprensible. La tormenta ahí arriba, como diciéndome en un susurro "estoy viniendo" Volaban, hojas y bolsas.
El otoño mostrábase en un álamo petiso y plateado, y yo naciendo y entrelazándome con la preexistencia mía y de otrxs, ellxs, nosotrxs?
Volver a escribir, mucho escribir, en otras lenguas, las de acá. La autonomía.
Me muevo para mover el pueblo y estaciona un auto. Un auto me mueve a mí. Un joven poblador me mueve en auto hasta el final del pueblo, me mueve 2 cuadras y me deja a una cuadra de la ruta.
Distancias incomprendibles.
Se mueven camiones gigantes, con algún tipo de interés que no se cuál, también mueven al pueblo, junto a patrullas azules...

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