lunes, 15 de agosto de 2016

Vivir en San José y un poco de la meseta central de Costa Rica

Entre cafetales. Ruta 1, 3 y 118, lluegúe en bus hasta Naranjo, provincia de Alajuela.
Hoy es el día de la madre, acá y parece que en otros países más también, costumbre heredada de España dicen, en dónde hoy celebran el día de la virgen.
La virgen, las madres y esas asociaciones estrechamente conservadoras que siguen existiendo por más que nos pese.
Machismo eclesiástico, que se observa en los cuerpos a simple vista, y acá por estos lugares más que en otros que supe conocer. O quizá es que estoy más atenta y observo secuencias que antes no. O viajar sola y ser mujer. O el acoso permanente en la calle, la prostitución infantil, y otros rumores y temores que acechan por estas latitudes. Realidades que a veces el turista prefiere dejar a un lado para disfrutar la belleza natural circundante. Qué es real, impactante, realmente estoy habitando en un país con la mayor biodiversidad del planeta y ya es incareteable, hay colibríes en pleno centro de San Jose, pájaro extraños que te invitan a conocerlos desde los cables de las luces, de las casas brotan flores y plantas solas, sin extrprotección necesaria para brotar y ser. Las condiciones climáticas que las invitan a reproducirse y copar cada espacio, cada casa, cada rinconcito.

Los ticxs son amables hasta para pedirte limosnas, es increible la cordialidad y predisposición, la cantidad de frases de amabilidad que usan por oración son cuasi extrahumanas. Me impacta la alegría en los recibimientos constantemente, volver a ver puertas abiertas en las calles, poca reja, frutas nuevas y amaneceres con elevaciones circundantes (y vivir sobre una de esas elevaciones), es algo que me trae la alegría de estos días acá, en San José más allá de estar en una ciudad, mi hábitat menos preferido.

Y cómo algunas imágenes valen más que mil palabras (?), acompaño esta introducción Costa Ricense con imágenes con palabras, qué sin no son mil valen un poco más que la imágen sola.

Ésta imagen poco artística pero informativa muestra el recorrido en cuestión:

Esto de acá abajo es un poco de Naranjo, tierra del café y los naranjales que un bien conquistador supo reconocer y acto seguido nombrar oficilamente, para generar identidad, seguramente sin ningún concenso con los Huetares que habitaban por allí (su cacique pre conquista: Garavito)


La joya arquitectónica de los españoles, ete aquí (Basílica de Nuestra Señora de las Piedades):


Alajuela es Alajuela, es la capital de la provincia de Alajuela, y sé poco (que se cultiva caña de azucar y café), el nombre también puesto por españoles, indios muertos por epidemias que trajeron, fundado por un obispo, y algunas otras regularidades colonizantes. Muy cerca de la ciudad está el volcán Poas, que por problemas técnicos de horarios no pude conocer pero ya conoceré a la brevedad. Y estas son 3 fotos, la típica, la de la flor de la plaza que combinaba con la típica, y la del héroe nacional nacido y criado en ella, Juan Santamaría, que perdió la vida en una batalla durante la "Guerra Nacional de Nicaragua" contra un yankee que se declaró presidente de Nicaragua por el 1800 para tomar control de un canal para navegar hasta California. Y a Juan también le redactaron y compusieron un hicno.

No había viento, imposible la flameada.
Y estas últimas son un homenaje ala efeméride del Dia de la Madre no virgen, una foto de Minerva y Alejandro que me devlvieron a dedo hasta la ciudad de San José. Y a también a los padres maternales o todos los humanos que cumplen roles de mamá no siéndolo biológicamente, como el señor con el carrito.

Y este es el colibrí céntrico, que nos acompañó con unos mates reencontreros con amigxs argentino ticoxs en la zapla.

La luna ya casi que va a estar llena en unos días, acá y allá seguramente también.

Fin del relato.


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